Las monarquías absolutistas y corruptas, han dominado gran parte de Europa durante siglos, como la condesa asesina de Hungría, Elizabeth Báthory; María I de Inglaterra, "Bloody Mary". En la actualidad todavía hay países que mantienen gobiernos monárquicos como España, Reino Unido, principado de Mónaco, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Suecia y otros más.
Pero la realidad es que las monarquías están en caída libre en todo el mundo. Como la española con casos de infidelidades, corrupción, escándalos sexuales, satanismo, además de permitir que el pueblo al que gobiernan fuera engañado de forma deliberada y vil durante la pandemia de covid-19.
También están los escándalos sexuales en la Casa Real de Suecia del rey Gustavo y su sobrino; los escándalos de Federico de Dinamarca; los de Alberto de Mónaco, sus hijos fuera del matrimonio y su homosexualidad, o la historia interminable de escándalos reales de Bélgica.
La época de los grandes regentes que gobernaban sabiamente al pueblo ha pasado. Ya no quedan reyes que luchen por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, protegiendo sus derechos, promoviendo una educación y una cultura sana, como hicieron en Egipto Ramsés II y la reina Nefertary, el Rey Arturo y la reina Ginebra, el rey David, el rey Salomón, el rey Luis IX de Francia, Elizabeth I reina de Inglaterra, la emperatriz Elisabeth de Austria, la princesa Grace de Mónaco, o la princesa Diana de Gales, volcados totalmente en ayudar a su pueblo.
Resulta vergonzoso que mientras el pueblo apenas tiene lo justo para comer, la realeza disfrute de unos lujos extremos, cuentas multimillonarias en paraísos fiscales, palacios, casas exclusivas, coches de lujo, yates ostentosos, múltiples propiedades inmobiliarias, todo ello pagado con los impuestos de los sufridos ciudadanos.